Los escándalos urbanísticos elevan la imagen corrupta de los partidos políticos

(Expansión.com) Seis de cada diez españoles considera corrupta a la clase política. Más de la mitad de la población opina lo mismo de los empresarios. Además, la mayoría de ciudadanos no confía en que la situación mejore a largo plazo.

La larga lista de escándalos urbanísticos destapados en el último año ha sacudido la conciencia ciudadana. Seis de cada diez españoles consideran “bastante o extremadamente corruptos” a los partidos políticos. Éstos son los peor parados en el último Barómetro Global de la Corrupción 2007 que presentó ayer Transparencia Internacional en Madrid.

La puntuación –el 1 es máxima trasparencia y el cinco máxima corrupción– que los ciudadanos otorgan a los políticos ha empeorado hasta los 3,9 puntos, tan sólo una décima por debajo de la media mundial, pero superior a la valoración que el resto de países de la UE otorgan a sus partidos (3,7 puntos).

A pesar del descontento ciudadano, en las pasadas elecciones municipales de mayo, el 70% de los 133 alcaldes involucrados en supuestas tramas de corrupción volvieron a ser reelegidos con una amplia mayoría al frente sus respectivos ayuntamientos, destaca Transparencia Internacional.

El mundo empresarial tampoco lava su imagen pública. Más de la mitad de los españoles (un 54%) considera “corrupto o extremadamente corrupto” el mundo de los negocios, al que dan una puntuación de 3,6, la peor de la Unión Europea después de Bulgaria.

Las cotizadas

Según el estudio, sólo el 43% de las firmas que componen el Ibex 35 “tienen una política clara anticorrupción”, a pesar de que casi todas (el 71%) están adheridas al Pacto Mundial, en que se incorporan varios principios contra la corrupción. Así, según Transparencia Internacional, ninguna compañía del Ibex restringe los pagos de facilitación, un instrumento de capital que puede utilizarse para encubrir sobornos y tráfico de influencia.

En el sondeo tampoco salen bien parados los medios de comunicación, la tercera institución menos transparente para los ciudadanos. Con una puntuación de 3,4, tan sólo Grecia posee una valoración más negativa (3,6 puntos) de los periodistas en toda la UE.

A los medios, le siguen en valoración negativa los servicios públicos (con una puntuación de 3,1), el Parlamento (3,1 puntos), la Hacienda (3 puntos) o la Justicia 83 puntos). Aunque, en el caso de estas dos últimas instituciones, la valoración es ligeramente mejor a la media global.

Los servicios de salud y educación son las más apreciadas por los españoles, con una puntuación de 2,2 puntos y 2,3, respectivamente. En ambos casos, el nivel de transparencia de la sanidad y la enseñanza española está, según el Barómetro, muy por encima de la media mundial, la del resto de la Unión Europea o, incluso, la de Estados Unidos y Japón.

Los ciudadanos no muestran mucho entusiasmo de cara al futuro. Un 54% de los españoles cree que la corrupción irá a más en los próximos años y la mitad considera ineficaz la labor del Gobierno en la lucha contra las prácticas poco transparentes. A pesar de que, según los responsables del estudio, algunas de las leyes impulsadas recientemente, como la ley del suelo, la ley de contratación pública, etc han ayudado a limpiar la valoración de la gestión del Gobierno.

Resto del mundo

La calidad de las instituciones españolas empeora, pero mantiene una posición relativamente buena frente al resto del mundo. El último Barómetro de transparencia Internacional revela que el 10% de la población mundial ha realizado o aceptado un soborno en el último año. Un porcentaje que se reduce al 3% en el caso de España (frente al 2% del barómetro anterior).

“Muy a menudo la gente tiene que destinar el dinero difícilmente ganado a pagar por servicios que debería ser gratuitos”, argumenta el presidente de la organización, Hugette Labelle. En Estados como Rumanía, Albania, Kosovo o Macedonia en Europa; o Senegal, Camerún y Nigeria en África, el número de personas que han realizado un soborno en los últimos doce meses representa el 30% de la población.

Transparencia Internacional resalta que, por desgracia, son las sociedades más pobres o los estratos sociales más bajos de los países industrializados los que más sufren la corrupción.

Y la percepción a medio plazo tampoco es muy halagüeña. La mitad de los encuestados no confía en que la corrupción se reduzca en los próximos años. y mucho menos confían en que sus gobiernos estén obrando de forma responsable en la lucha contra este tipo de prácticas.