El PSOE desmiente a Bono y da por hecho que Zapatero seguirá en 2012

(ABC) G.SANZ/L.AYLLÓN

MADRID/NÁPOLES. José Luis Rodríguez Zapatero se declaró ayer «siempre a disposición» del PSOE, en unas palabras que diversos cargos y parlamentarios consultados por ABC interpretan como un «sí» a su tercera candidatura a la Presidencia del Gobierno, en 2012. Se trataría, dicen, de cortar cualquier especulación que resucite el «fantasma» sucesorio. En octubre 1989, unas declaraciones de Felipe González en plena campaña electoral, aludiendo a que aquella era su última candidatura, fueron el detonante de la posterior división socialista, que le obligó a ser candidato dos veces más, en 1993 y 1996.

Así las cosas, ayer Zapatero y José Blanco se «repartieron los papeles» para zanjar el debate abierto por José Bono con su «intuición» sobre la retirada del líder socialista, según confirmaron fuentes del PSOE. Antes de que el presidente del Gobierno compareciera en rueda de prensa en Nápoles, donde asistió a la cumbre hispano-italiana, Blanco declaró en Madrid a Efe que el presidente aspirará a una tercera candidatura si se le pide y añadió que él, personalmente, se lo pedirá. «La intuición que tengo -replicó irónicamente a Bono- es que será reelegido en marzo, y tengo la certeza de que siempre estará a disposición del PSOE si le pide que continúe más tiempo al frente del partido y como candidato».

«Cada cosa a su tiempo»

Una hora más tarde, en rueda de prensa junto con el primer ministro Italiano, Romano Prodi, Zapatero fue preguntado si él había confiado a Bono algo sobre su estancia en el poder sólo dos legislaturas y respondió que no. En medio de sonrisas y comentarios de los ministros que le acompañaban, Zapatero cuidó cada de una de las palabras que dijo respecto al fondo de la cuestión.

Tras afirmar que ahora tiene cosas más importantes en qué pensar, como la lucha contra ETA, comentó: «Cada cosa a su tiempo». Y, en lo que parece a todas luces una respuesta a la reflexión que había formulado José Blanco en Madrid, dijo primero: «No voy a hacer ninguna afirmación en ese sentido, ni ningún compromiso». Para agregar acto seguido: «Soy un compañero que siempre está a disposición del partido».

Lo cierto es que el debate ha dejado al PSOE con una mezcla de indignación contra el ex ministro por su inoportunidad a tres meses de unas elecciones, y de incertidumbre porque Zapatero nunca habla del tema.