Manifiesto Liberal del 2 de mayo

La aspiración de vivir en una sociedad abierta, en la que cada uno además de expresar sus ideas pueda ejercitar sus derechos con plena responsabilidad, sigue siendo una meta incuestionable para el hombre libre, por eso cada pequeña conquista de la libertad individual constituye un eslabón arrancado a la larga cadena de imposiciones y privilegios a la que España ha estado sometida durante siglos.

Los liberales aspiramos a que la acción política tenga como meta el servicio público, lejos del modelo de medro personal que una clase política profesionalizada, cada vez más distanciada del resto de los ciudadanos, ha conseguido imponer. En el actual sistema los políticos gozan de una situación de privilegio, al no estar sometidos por los ciudadanos a un control efectivo, en el ejercicio del poder. En esta circunstancia reside el origen de los problemas que tiene planteada nuestra nación.

Los signos de identidad del liberalismo han sido frecuentemente adoptados por otras formaciones políticas que, sin embargo, no han luchado por defender sus principios y la manera de entender la sociedad desde el irrenunciable principio de la libertad. Tan lejos de las posiciones actuales de la derecha como de la izquierda, que con sus modelos de imposición social, se hallan tan ajenas a las aspiraciones del ciudadano.

Ha llegado el momento de reaccionar ante un sector oficial preocupado solo de mantener sus privilegios a costa de una sociedad civil cada día más acosada y engañada con todo tipo de argucias, siempre justificadas desde un poder que hace tiempo perdió su condición de público.

El incesante crecimiento de las burocracias administrativas, a costa del impuesto de los ciudadanos, y el poder mal digerido han dado lugar a: la corrupción, el nepotismo y el despilfarro. Irregularidades sólo sujetas a la discrecionalidad de los cargos políticos, al haberse eliminado los sistemas de control interno y los contrapesos políticos, necesarios en toda sociedad libre.

Conscientes de esta situación y desde una óptica de Centro Liberal nos proponemos incorporar a los ciudadanos para superar los retos que nuestro país tiene planteados.

Hace 200 años España pobre, analfabeta y abandonada por su clase dirigente fue capaz de afrontar su encrucijada histórica y con casi todo en contra recuperar, primero, la dignidad como pueblo y más tarde el sentido de la ciudadanía. La libertad se haría esperar mucho más.

Jóvenes de Centro