La generación 14 m
El voto de los jóvenes, con una excepcional participación, decidió las últimas generales en las que la socialdemocracia subió de nuevo al poder. Ahora nuevas elecciones generales se acercan para marzo de 2008, si ninguna estratagema política lo varía, y esta vez esperamos que ningún desgraciado incidente (que no accidente) incurra en el proceso democrático, en especial porque, por encima del efecto sobre el resultado de las elecciones, ningún proceso electoral es meritorio de llevarse una sola vida por medio. Aunque con los asesinos ya se sabe, no se puede atender a ninguna razón ni hay negociación posible y sobre ellos la Justicia debe ser tan contundente o más que el fuego de sus armas. Por eso la sociedad española desea que antes, durante y después de las elecciones generales la acción policial y luego judicial sea acertada en todo momento para permitirnos vivir y decidir en libertad.
Efectivamente, es innegable que el 14 de Marzo de dos mil cuatro no fue así y que el atentado del 11 M que nos asemejó con los Estados Unidos del 11 S y que asemejaría al Reino Unido del 7 J con nosotros, fue decisivo en el resultado final de las votaciones, nadie puede dudarlo pese que pueda haber a quien le interese ocultarlo. Por suerte, nada se ha vuelto a saber de la insaciable ira yihadista en tierras hispanas aunque la espada de Damocles sigue colgando sobre nuestra cabeza. No se puede decir lo mismo de los etarras que siempre están ahí, unas veces más débiles y otras favorecidos por los errores del Gobierno, pero que se resisten a desaparecer como toda mala hierba.
Pero, volviendo al principio ¿qué va a pasar con toda esa masa joven que inclinó la balanza hacia la izquierda el 14 m? Jóvenes que votaban por primera vez, políticamente indefinidos y desconfiados y desinteresados del sistema. Es sin duda un importante sector pacifista que votó contra la guerra de Irak, contra sus consecuencias y la mala gestión de la crisis por parte del Gobierno en funciones. Votaron contra el PP porque era quien estaba gobernando y había tomado las decisiones erróneas, pero si hubiese gobernado el PSOE también hubieran votado contra él. De cara a estos comicios, Rajoy justificó personalmente esa guerra y aunque no fuera él el candidato posiblemente todavía desconfiarían del PP, pero Zapatero, a pesar de retirar las tropas, no ha reducido el papel de nuestras tropas en el extranjero, al contrario, ha habido víctimas en dichas misiones. Sin ningún acto violento incide esta vez el la campaña electoral el voto pacifista no se podrá apoyar en ninguno de los dos grandes partidos por lo que muchos factores indican que ahora que no hay guerra de Irak (para España, porque la realidad es otra) estos votantes ya algo más maduros y los que vienen por primera vez como anteriormente estos se abstendrán en su mayoría, si nada lo impide. La generación del 14 m fue una generación de jóvenes circunstancialmente de izquierda pero que en este tiempo en su mayoría han vuelto a su posición de indecisión y desinterés a la espera de que la vida política y la oferta de los partidos vayan dejando en ellos las secuelas que les inclinarán hacia un lado u otro.
Pero, ¿por qué pasa esto? ¿qué falla en nuestra democracia para que gran parte de la población no sea capaz de manifestarse más que en casos extremos? Generaciones como la del 14 M nos dicen que el estímulo político es posible, pero que no se encuentra en el sistema. Cuando una sociedad tarda en alcanzar la madurez política por sí misma algo falla.
Ramón Villaplana
Presidente de Jóvenes de Centro
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