Robert Kennedy
Este discurso que os expongo a continuación, pertenece a Robert F.Kennedy, el hermano del presidente J.F.Kennedy. Lo he extraído de la película "Bobby", una película que trata sobre el día de su asesinato contada de una forma original.
Merece la pena leer el discurso, y fijarse que aunque hallan pasado casi 40 años, el problema de la violencia entre los seres humanos, es algo que nos afecta todos los días en nuestras relaciones sociales, que aunque haya pasado casi medio siglo, las cosas no han cambiado nada, y si sustituimos a Nixon por Bush o la Guerra de Vietnam por la de Irak, veremos que ese año de 1968, tiene muchas cosas en común con el 2007.
Merece la pena leer el discurso, y fijarse que aunque hallan pasado casi 40 años, el problema de la violencia entre los seres humanos, es algo que nos afecta todos los días en nuestras relaciones sociales, que aunque haya pasado casi medio siglo, las cosas no han cambiado nada, y si sustituimos a Nixon por Bush o la Guerra de Vietnam por la de Irak, veremos que ese año de 1968, tiene muchas cosas en común con el 2007.
Es una pena, que los políticos con grandes ideas, con tan buenas intenciones y con principios morales como los de amor, paz, fraternidad, igualdad, sean brutalmente asesinados, o nunca lleguen a ejercer activamente su política, como el joven Bobby, como él mismo dice, nuestra sociedad necesita una limpieza, un punto y aparte, una nueva página, donde se empiece de nuevo, y por encima de todo, nos olvidemos del pasado, los rencores, el odio, y empecemos a ayudarnos y a cooperar los unos con los otros, porque al fin y al cabo todos somos iguales por naturaleza, y este breve momento de tiempo a lo que llamamos vida, todos deseamos pasarlo felizmente, y solo es posible si todos nos unimos y comenzamos a ver las cosas a través de nuestro corazón, y no del egoísmo que parece ser el mejor amigo de algunos hombres.
Alberto J. Márquez García. JJdC Madrid.
"Hoy no es un día para política, aprovecharé mi único acto de hoy, para hablarles brevemente, de la insensata violencia en América, que de nuevo salpica a nuestro país y la vida de todos nosotros. No incumbe a una sola raza, las víctimas de la violencia son negras y blancas, ricas y pobres, jóvenes y viejas, famosas y desconocidas; son sobre todas las cosas, seres humanos a los que otros seres humano querían y necesitaban. Nadie, viva donde viva, haga lo que haga, puede esta seguro quien va a sufrir, por un acto insensato de derramamiento de sangre. Sin embargo, sigue, sigue y sigue en este país nuestro. ¿Por qué? ¿Qué ha conseguido siempre la violencia?, ¿Qué ha creado siempre? Siempre que un americano pone fin a la vida de otro americano, innecesariamente, ya sea en nombre de la ley, o desafiando la ley, ya sea un hombre o de una banda que mata a sangre fría o con rabia, en una ataque de violencia, o respondiendo a la violencia, siempre que se rasgue el viento de una vida, que otro hombre a tejido, torpe y penosamente, para el y sus hijos, siempre que hagamos eso, la nación entera será degradada. Y sin embargo parecemos tolerar un nivel creciente de violencia, que ignora nuestra común humanidad, y nuestras demandas a la civilización. Demasiadas veces celebramos la arrogancia y la chulería, y a los bravucones, demasiadas veces excusamos, a los que quieres construir su vida sobre los sueños destrozados de otros seres humanos. Pero hay una cosa clara, la violencia engendra violencia, la represión engendra venganza, y solo una limpieza de toda nuestra sociedad, puede arrancar este mal de nuestros corazones. Pues cuando enseñas a un hombre a odiar y temer a su hermano, cuando le enseñas que es un ser inferior, por su color, o sus creencias, o las normas que siguen, cuando le enseñas que los que son distintos a ti, amenazan su libertad, o tu trabajo, o tu hogar, o tu familia, entonces aprende también a enfrentarse a los otros, no como conciudadano, si no como enemigos, recibiéndolos no como cooperantes, si no como invasores que subyugan y someten. Y al final aprendemos a mirar a nuestros hermanos como extraños, extraños con los que compartimos una ciudad pero no una comunidad, hombres ligados a nosotros en una viviendo común, pero no en un esfuerzo común. Tan solo aprendemos a compartir un miedo común, solo un deseo común, de alejarse del otro, solo un impulso común, de superar el desacuerdo con la fuerza. Nuestra vida en este planeta es demasiado corta, el trabajo por hacer es demasiado grande para dejar que ese espíritu prospere por más tiempo en esta tierra nuestra. Desde luego, no podemos prohibirlo con militares, ni con una resolución, pero quizás podamos recordar, aunque se por un momento, que aquellos que viven con nosotros son nuestros hermanos, que comparten con nosotros el mismo corto momento de vida, que solo buscan, como nosotros, la oportunidad de vivir la vida con bienestar y felicidad, disfrutando lo que la satisfacción y el logro les proporciona. Seguramente este vínculo de sentido común, seguramente este vínculo de objetivos comunes, puede empezar a enseñarnos algo. Seguramente podremos aprender, por lo menos, a mirar alrededor a aquellos de nosotros que son nuestros semejantes, y seguramente podremos empezar a trabajar con algo más de entusiasmo y a curarnos mutuamente las heridas, y convertirnos otra vez, en hermanos y compatriotas de corazón."
1 Comments:
Recién veo la película Bobby y no puedo dejar de pensar que, lamentablemente, su discurso sigue en vigencia. No hemos podido combatir la violencia y parece ser que estamos lejos... But i'm still hopping...
No sé mucho de política -he de confesar- recién ahora estoy entendiendo algunas cosas que sucedieron tanto en el presente como en el pasado de la política mundial.
Quería simplemente agradecerte por haber rescatado a este hombre maravilloso y sé que si nos comprometemos, podemos cambiar el mundo.
Still believe!
Mariana de Buenos Aires.
las2emes@hotmail.com
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